Desde sus primeros intercambios con amigos hasta la final del Open des Pyramides, Thomas Mitjana ofrece un recorrido tan apasionante como atípico. Lesiones, ascenso, momentos destacados: el entrenador del club Pyramides explica cómo el pádel se convirtió en su mundo. Descubra su historia.
Los inicios: un descubrimiento entre amigos
Empecé con amigos en 2018 porque no éramos nada buenos. En cuanto alguien hacía algo bueno, nos burlábamos y nos reíamos. Empezamos a organizar pequeños torneos por diversión, y el ambiente me pareció una locura.
Thomas, que viene del mundo del tenis, apreció inmediatamente la amabilidad propia del pádel:
En el tenis, estás solo con tu oponente, y esa convivencia se había perdido un poco. En cambio, en el pádel, llegas a un club, juegas varios partidos el mismo día o el mismo fin de semana. Entre partido y partido, hablamos, intercambiamos ideas, comemos juntos. Es una fiesta.
Esta atmósfera recuerda a los viejos tenistas los partidos de equipo:
Era parecido a los partidos de tenis por equipos, solo que en lugar de cinco al año, tenía dos fines de semana competitivos al mes. Siempre lo pasaba genial.
Una inmersión total en el pádel
Thomas abandonó rápidamente por completo el tenis para dedicarse al pádel:
Después, lo hice todo. Jugaba cuatro horas al día con una suscripción ilimitada. (Nota del editor). Padel Club Bois d'Arcy, ahora cerrado)
Apoyado por sus amigos, algunos de los cuales ya eran cercanos a la selección francesa, como Adrien Maigret y Benjamin Tison, progresó a gran velocidad:
Aunque les llevaba mucha ventaja, siempre me entrenaron. Al mismo tiempo, también jugaba con compañeros de mi nivel para seguir progresando.
Acumula más de veinte horas de entrenamiento semanales, participa en numerosos torneos e incluso decide ir a España para mejorar sus habilidades:
Fui a tocar a España con Johan Bergeron, Jérémy Scatena y Benjamin Tison. Viví con ellos varias semanas, incluso meses. Fue increíble. Recuerdo muy bien.

Una fuerte relación con Adrien Maigret
La relación entre Thomas Mitjana y Adrien Maigret va más allá del marco deportivo:
Nos conocemos desde hace quince años. Íbamos de vacaciones juntos y siempre entrenábamos juntos.
Sin embargo, el Open des Pyramides es su primer torneo oficial juntos en siete años:
“Fue un gran momento poder finalmente jugar junto a él en competición”.
La lesión: un punto de inflexión brutal
Tras alcanzar el puesto 18 en Francia, Thomas sufrió un duro revés:
No tuve puntos que defender durante cinco o seis meses. Podría haber estado entre los 15 primeros. Pero en mayo me lesioné.
La causa de esta lesión es paradójica:
Volví a jugar al tenis para complacer a mi club, como entrenador. En Quick, la peor superficie para las articulaciones, me lesioné las rodillas.
Resultado: cuatro meses de inactividad y la obligación de renunciar a muchos torneos prometedores.
Mi compañero y yo éramos cabezas de serie con frecuencia. Solo teníamos que evitar un rendimiento inferior para entrar en el top 15.
Arrepentimientos pero también bellos recuerdos
A pesar de su lesión, Thomas guarda muy buenos recuerdos de sus partidos:
En un año con Matthieu Armagnac, solo perdimos una vez en primera ronda, contra Léo Pérez y Nicolas Rouanet. En aquel entonces, estaban en una posición inferior a la nuestra.
También recuerda algunos partidos muy igualados contra futuros grandes nombres del pádel francés:
"Hay un arrepentimiento, o perdemos 7-6 en el tercer set contra Cancel y Guichard en el Campeonato de Francia. Dylan Guichard, que ahora está entre los 3 mejores del mundo. »
“También perdimos en la final de P1000 contra Forcin/Auradou, nuevamente 7-6 en el 3er. »
El agrega:
En la final de P1000, vencimos a dos jugadores del top 10. Jugamos muy buenos partidos con unas duplas magníficas.
Para que quede constancia: “Matt se convirtió en mi mejor amigo y padrino”.
Con Max Moreau, fue una experiencia magnífica ganar mis dos primeras P2 por la derecha. Y luego también la que gané con Yann Auradou.
Hoy: enseñar y seguir vibrando
Thomas Mitjana se muestra muy lúcido respecto a su futuro:
Hoy en día, no tengo muchas metas en cuanto a la clasificación. Sé que no subiré más. El nivel general ha mejorado muchísimo.
Sin embargo, sigue entrenando cada día y tiene una ambición clara:
Mi único objetivo ya no es el ranking, sino intentar ganar títulos en P1000. Y si puedo hacerlo con amigos, mejor aún.
El placer permanece intacto:
Una gran emoción. Me encanta, es mi pasión. Es lo único que hago ahora. Enseño pádel a fondo.
Con ya cuatro títulos P1000 en una decena de finales disputadas, Thomas Mitjana no tiene intención de detenerse ahí:
Me gustaría ganar un poco más. Y el año que viene intentaré dedicarle aún más tiempo a mi familia, sin dejar de disfrutar de las pistas.
